Memòria 2022

Memòria 2022

Os presentamos la memoria de actividades de 2022 de la Fundació Germà Tomàs Canet, entidad de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios fundada en 1989 y que tiene la misión de asistir y mejorar la calidad de vida de personas y colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión social.

Después del esfuerzo que supuso para profesionales y voluntariado mantener la actividad de la Fundació durante los años de pandemia, 2022 ha supuesto el retorno a la normalidad, con la recuperación de las actividades presenciales y la reapertura de todas las plazas residenciales. De hecho, tal y como se muestra en esta memoria, 2022 es el año en que más personas han sido atendidas por la Fundació.

Uno de los grandes retos de 2022 se dio con la guerra de Ucrania y la consiguiente llegada de una gran oleada de personas solicitantes de asilo, muchas de ellas mujeres con menores de edad a su cargo. Para dar respuesta a esta crisis humanitaria se amplió a 15 nuevas plazas la Llar Sant Joan de Déu de Manresa y se abrió un nuevo dispositivo de 18 plazas en Catellbisbal para familias monomarentales con menores de edad a su cargo. Mediante esta ampliación en plazas e instalaciones, la Fundació ha dado un gran paso adelante en su capacidad para atender, de forma digna e integradora, a refugiados/as.

Otro hito del año ha sido la asimilación y adaptación a los grandes cambios sucedidos en 2021; destacando la fusión con la Fundació Nostra Senyora dels Àngels y la entrada en vigor de la Ley 8/2021 y del Decreto Ley 19/2021, que modificaron de forma sustancial la forma de gestionar lo que se conocían como tutelas y curatelas.

La unión con la Fundació Nostra Senyora dels Àngels ha ampliado tanto el ámbito de actuación como el perfil de persona atendida, empezando a dar cabida en todas las sedes tanto casos de salud mental como de personas mayores.

En cuanto al cambio del marco legal de las Medidas de Apoyo, la Fundación ha empezado a adaptar los casos de tutelas y curatelas al nuevo modelo. Un proceso que se extenderá en el tiempo, pero que se ve facilitado por el hecho que, en la Fundació, siempre se ha trabajado dando valor en la voluntad de la persona atendida, así como a sus derechos y obligaciones.

Todos estos retos y cambios han podido ser resueltos con efectividad gracias al excelente equipo de profesionales, voluntarios/as que, un año más, han aportado todo su esfuerzo y buen hacer para atender, con hospitalidad y calidez, a las personas que se dirigen a la Fundació.